Día del niño 2010

Desde hace unos dos años que no podía visitar la escuela de El Palomar y sinceramente los extrañaba mucho a los niños, la belleza del lugar y la magia de la gente, que ya durante las 4 veces que los visité nos hicimos muy conocidos y queridos.

Esta vez debería ser distinta, porque me querría subir a la escuelita con mi novia Carla – muchas veces la conté de los niños, del amor que siempre nos dan a Naty y también a mí así que estaba curiosa de conocerlos personalmente.

Unos meses antes empezábamos a pedir amigos y familiares para que nos donen regalos, juguetes, golosinas, leche en polvo y también cacao u otras útiles que se puede necesitar arriba en 4.000 msnm con un frio tremendo de noche y sin muchas comodidades a las que uno está acostumbrado en la ciudad.

Teníamos ganas de festejar el día del niño con los chicos ya q estábamos en la segunda semana de agosto con ellos y también regalarles a cada uno de los casi 50 chicos un juguete.

No pensábamos que tantas cosas nos iban a traer, regalar y donar. El departamento se llenaba en los últimos días cada vez mas y por eso tuvimos q pensar como mandar las cajas a salta ya que nosotros nos íbamos en avión esta vez por falta de tiempo.

Uno trabajando no tiene mucho tiempo ni vacaciones así q la idea era pasar unos 3 días arriba con los niños. Al final conseguimos una persona muy agradable que nos consiguió una encomienda gratis hasta Salta para 5 cajas en Chevallier.

Cuando subimos el día lunes a la escuelita estábamos los dos (y una amiga que también viajó con nosotros) una vez más sin palabras ante de tanta belleza, de las montañas de la Quebrada del Toro con su gente tan amable. Nos tocó un día hermoso, como los días ahí normalmente son y cuando por primera vez encontramos a los chicos se me cumplió un sueño: volver por la quinta vez y esta vez con Carla.

Los niños y niñas nos recibieron con mucho amor, con mucha risa y una felicidad enorme, con alegría y cariño. Pasamos otra vez mas unos días hermosos con los niños que desde el año 2006 los quiero tanto y q no me los podré olvidar nunca más en mi vida ... Jugamos, reímos, comimos, estudiamos, jugamos y reímos - eran unos pocos días llenos de amor y amistad. Era hermoso ver como siguen creciendo y como vienen nuevos, más pequeños todavía a la escuela que con tanto esfuerzo se renovó y ahora se ve linda, grande y acogedor con los papeles, posters y fotos que mandamos para adornarla.

Si uno solo pudiera volver más en seguido, pasar más veces al año unos días llenos de tanta inocente alegría y felicidad con estos niños que ya son tan amigos nuestros.

Bajando a la ciudad ya tuvimos la idea y el compromiso de volver lo más pronto posible para que sigamos en contacto con esa gente tan amable que ya se nos hacen amigos como pocos.

Andi (enamorado padrino de El Palomar)

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José

José
A pesar de que hace tiempo dejó de trabajar, José sigue formando parte de la escuela. El maestro Lasarte les enseñó a los niños los rudimentos de la agricultura y los secretos de los cerros.

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